domingo, 21 de noviembre de 2010

Sonrisa de luna

La luna sonríe me guiña un ojo con ternura, me canta una nana y me acuna.
Yo me duermo ella me despierta, quiere jugar con los lobos ya que hoy esta llena, llena de alegría, gozo y felicidad, la luna a conseguido ser mama, la luna ríe salta y bota, pero la luna cae y llora, porque es Sol pronto saldrá y ya no podrá jugar, yo huyo el Sol y yo no somos muy amigos.
Margarita era una chica seria, bella, pero era muy pálida, tenia el pelo rubio y unos ojos cobrizos, era muy trabajadora y vivía en la mansión de su padre, que cuando el falleció paso a ser de su propiedad, Margarita era una chica sencilla, tan sencilla que muchos chicos la rechazaban por ello, estaba soltera los novios no la duraban mas de 4 meses, era hallowen, se encontraba en la cocina con su gato Pompón, era regordete y tenia el pelaje marrón y unos ojos verdes muy intensos era muy mimoso y miedoso, le puso la comida y preparo su cena, después se fue al comedor a cenar el comedor tenia unos muebles estilo rococó al gusto de su madre, mientras  leía IT de Stephen King, de repente se escucho un ruido en la planta de arriba, se levanto con todo el valor que le quedaba, pero las piernas le temblaban y no conseguía avanzar salió a la entrada donde se encontraban las escaleras, subió contándolas:
1,2,3,4,5,6,7,8…78,79,80 y subió el ultimo 81, se dirigió al baño pero ni si quiera se atrevía a encender la luz, ya que tenia miedo de que un payaso caníbal saliese de su bañera bañado en sangre, al final tubo fuerza suficiente y la encendió, afortunadamente para ella el baño estaba impoluto y vacio, después fue a su habitación y cuando entro se miro al espejo pero, grito, grito tan fuerte que seguramente los vecinos la habían oído y se voy mas pálida aun sola, con Pompón y vieja no había ningún hombre a su lado, por que al igual que cuando es invierno nadie quiere una margarita, por el confín de los días nadie la querrá a ella, ni a mi.

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