viernes, 24 de septiembre de 2010

Vampiresa en soledad

Me levante y mi boca sabia a sangre y yo apestaba a alcohol, en mi cama reposaba una niña ¿aun estaria viva?lo dudo, en la mecedora estaba Elizabeth con un bebe en brazos, posiblemente muerto:

-Elizabeth vamos-dije firme y severa, al girarme mis cabellos negros hondearon
-no, ya estoy harta de tanta muerte
-es nuestra naturaleza, eso es imposible, aunq solo tienes 267 años ¿a quien quiero engañar?-arrojo al bebe a la cama y se me acerco
-Claudia, tranquila ya encontrasras a alguien, yo me voy para siempre, adios
-adios Elizabeth
Ella me beso y ese beso perduro hasta los confines de nuestros dias

No hay comentarios:

Publicar un comentario